Kimchi coreano fácil
Receta de Kimchi coreano fácil
Es totalmente indiscutible que el interés por la gastronomía internacional en mi familia se va ampliando poco a poco, y cada vez más. De un tiempo a esta parte ha surgido un gusto especial por una cocina totalmente novedosa para nosotros: la cocina coreana. Podría apoyarme en decir que este interés, y que va en aumento, se debe a la expansión de la cultura musical que ha llegado a occidente de la mano de un fenómeno musical conocido como k-pop, y que es abanderado por mega bandas como BTS, entre otras muchas. Y no lo digo en vano, pues de no ser por ellos, o mejor dicho, del interés de mi hija por ellos, al igual de por tantas otras bandas más, así como de su lengua y cultura, a estas alturas de mi vida no me sonarían términos tales como bulgogi, tteokbokki, bibimbap, bokkeumbap o kimchi.
Mi primer contacto con estas elaboraciones tuvo lugar antes de que cualquiera de esos términos hubieran sonado en mis oídos. Una primera visita a un restaurante coreano en Madrid fue suficiente para despertar el interés por una cocina totalmente desconocida hasta entonces. Y curiosamente, la primera receta que hice fue la que mayor tiempo de elaboración requiere: kimchi, una receta de col fermentada muy picante, de sabor entre fuerte y picante, de ahí que mayormente se tome acompañando otros platos.
Las prisas no son buenas si quieres hacer kimchi, ya que es un proceso del que verás, y catarás, sus resultados al menos una semana después. Para elaborarlo se ha de seguir una técnica de fermentación en la que también entran otros productos de la huerta como el nabo daikon, la zanahoria, la cebolleta, el ajo y raíces como el jengibre, junto con uno de los condimentos insignes de la gastronomía coreana: el gochujang, a base de chiles rojos super picantes.
A lo largo de la historia han ido surgiendo técnicas de conservación de alimentos tales como el salazón o el escabechado, y en Corea se usaba la de la fermentación con el fin de poder disponer de col a lo largo de todo el año y no solo en los meses en los que la tierra lo daba. Es una técnica que se emplea desde hace cientos de años.
El kimchi es en Corea el alimento más popular, el que forma parte de la dieta diaria de cualquier coreano, el que no falta en ningún hogar, el que se sirve con todo tipo de alimentos como el arroz, caldos, carne e incluso pizza, aunque actualmente se consume como un plato en sí mismo. Es tan importante el valor del kimchi en la cultura coreana que tienen un día conocido como Kimjang en el que las familias de juntan para prepararlo y así estar abastecidos durante todo el invierno.
Existen muchos tipos de kimchi dependiendo de la zona geográfica, llegando a contabilizar hasta 187 tipos diferentes. Debe ocurrir lo mismo que en España ocurre con la paella: cada familia tiene su receta propia, je je je.
De un tiempo a esta parte, por influencia o no del kimchi, ha surgido interés por los alimentos fermentados, y es que sus propiedades son tan altamente beneficiosas para el organismo, que cuentan con un gran número de adeptos de este tipo de elaboraciones. Según los expertos, refuerzan el sistema inmunológico, y nuestra salud intestinal mejora ayudándonos a mejorar el equilibrio de nuestra microbiota intestinal y evitando la proliferación de microorganismos patógenos. Algunos ejemplos de productos fermentados son y sin ir más lejos, el yogur, el chucrut, el miso, el kéfir, la kombucha, la salsa tamari y la salsa de soja, el tempeh, el vino, el vinagre y el tofu.
Si deseáis adentraros en la cocina coreana, para mi hay una gurú que es Maangchi, que tiene su propio blog y su canal en YouTube. A pesar de ello, encontré una receta muy sencilla en La Cooquette, y que es la que os dejo por aquí.
Ingredientes
- 350 gr de col china o repollo
- 5 gr de sal (15 gr por kilo)
- 1 cdta de azúcar blanquilla
- 80 gr de cebolleta
- 1 cdta de jengibre fresco rallado
- 1/2 manzana
- 3 dientes de ajo grandes
- 2 cdas de salsa de pescado
- 1 cda de gochugaru
- 1 cdta de pimentón dulce
- 1 zanahoria pequeña
- 100 gr de nabo daikon (opcional)
- El tallo verde de una cebolleta
Elaboración
- Corta la col o repollo en trozos de aproximadamente 5 centímetros de tamaño, lávalo muy bien, y escúrrelo. Ponlo en un recipiente grande, esparce la sal por encima y frótalo para ablandarlo y ayudarle a desprender agua. Tápalo con film transparente o un paño y déjalo reposar unas dos horas.
- Mientras tanto, en el vaso de un robot de cocina pon los siguientes ingredientes: el azúcar, la cebolleta troceada, el jengibre rallado, la manzana, los dientes de ajo, la salsa de pescado, el gochugaru y el pimentón y tritúralo hasta conseguir una papilla. Resérvalo tapado hasta que la col esté lista.
- Estruja a la par que escurres la col. Añade el condimento que habías triturado y también la zanahoria pelada y cortada en bastones muy finos, así como el tallo verde de la cebolleta y el nabo daikon. Mezcla muy bien todos los ingredientes.
- Vierte las verduras en un frasco de cristal esterilizado previamente, con tapa, y a medida que las vas vertiendo, presiona con una cuchara para facilitarlas a desprender sus jugos. Cierra el tarro con su tapa y guárdalo en la despensa cinco días. A lo largo de este tiempo, notarás que el kimchi se va formando mediante un proceso de fermentación fruto de los gases que las propias verduras forman y desprenden.
É daquelas coisas que nunca comi mas quando vejo penso que tenho que provar pois vou gostar.
ResponderEliminarO aspeto esta delicioso.
Boa semana
Hola Sao,
EliminarSí. ¿Por qué no probar nuevas comidas e ingredientes?
Muchas gracias por tus palabras
¡Buena semana!
De toda la vida preparo mi chucrut y coliflor fermentado para el invierno. En mi país todo esto se prepara en cantidades enormes para aguantar otoño invierno y parte de primavera. El kimichi la tenía ya apuntado en mis pendientes. Así que pronto caerá esta delicia.
ResponderEliminarUn saludo. Enikő de @enis_kitchen
Hola Eniko,
EliminarAl igual que haces tú, en Corea es típico preparar kimchi en grandísimas cantidades, puesto que es un plato de consumo muy, muy habitual. En mi casa, como no es costumbre, hago pequeñas cantidades que me den para hacer al menos dos recetas diferentes espaciadas en el tiempo.
Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo.