Chutney de manzana y arándanos a la sidra

chutney de manzana y arándanos a la sidra


Toda la culpa de la incursión de mis gustos gastronómicos en el mundo del chutney lo tiene un encuentro gastronómico que tuvo lugar en Madrid tiempo atrás. Para la ocasión elaboré un chutney de tomate que sirvió de relleno de unos muffins salados de queso de cabra

A partir de ahí, fue Carmen, la culpable (desde el cariño) que me fue introduciendo más en este mundillo; no en vano, su vena medio británica siente mucho tirón hacia este tipo de elaboraciones, y una tampoco se queda corta. Las tontas del chutney, somos, según sus propias palabras :)

Un día hace un chutney de mango, y un tarrito que viene para casa. Otro día, de manzana. La vena curiosa se me empieza a despertar, y como sé de sus gustos, soy yo la que le devuelve este teje-maneje con un chutney de remolacha. Y así hasta continuar con el de paraguaya, o el de calabaza, todos de su cosecha, y a cuál más rico. Aunque puestos a elegir, mi favoritos son dos: el de manzana y el de paraguaya, del cual tengo una pequeña reserva y que me niego a finiquitar. 

Este que os traigo servirá como condimento a una receta que vendrá en breve. Así que por ahora no os queda otra que disfrutarlo con una buena tabla de quesos, que es con quien mejor pareja hacer, y si es queso Cheddar, típicamente británico, la unión es simplemente perfecta. 

Ingredientes

  • 2 manzanas golden
  • 1/2 cebolla
  • 50 ml de vinagre de manzana
  • 90 ml de sidra
  • 30 gr de arándanos deshidratados
  • 1 cdta de mostaza a la antigua
  • 60 gr de azúcar moreno
  • 1/2 cdta de curry en polvo
  • 1/2 cdta de tikka masala
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva

Elaboración

  1. En una cazuela ponemos una cucharada de aceite y rehogamos a fuego suave las manzanas y la media cebolla, peladas y picadas muy, muy finamente. Cuando comience a reblandecerse añadimos el resto de los ingredientes y lo mantenemos cociendo a fuego muy suave durante unos 40 minutos.
  2. Al término de ese tiempo, comprobamos su punto. Ha de quedar con algo de jugo, y de textura similar a la del sirope. Hemos de tener en cuenta de que al enfriarse espesará. Si lo notamos muy espeso, añadimos un poco más de sidra y lo mantenemos cociendo a fuego suave hasta adquirir la textura idónea.

Receta adaptada de Delishsis